martes, 21 de octubre de 2014

Autolesiones.

Me autolesiono desde los 12 años, aunque la primera vez fue con 9 no lo hice de forma regular hasta los 12.
Cortes, heridas, pinchazos, quemaduras...
Lo hice de forma regular desde los 12 a los 16, podía pasar de semanas incluso meses sin provocarme una sola herida a semanas en las que me mutilaba cada noche.
A los 16 años dejé de hacerlo, no sé muy bien cual fue el motivo, no tuve una revelación ni un cambio drástico y a mejor en mi vida que me aparto de ello, simplemente dejé de hacerlo, tan sencillo como eso. En los últimos 4 años creo que lo he hecho 2 veces más, la última hace un par de semanas.
La razón de hacerlo hace unas semanas fue la misma que la de la primera vez a los 9 y la misma que me llevaba a ella desde los 12 a los 16.

Quien se autolesiona no quiere morir, no se quiere suicidar ni quiere llamar la atención, ni lo hace por el placer de la herida (que lo produce) lo hace porque necesita que el dolor salga fuera.
Cuando lo hacía estaba como una puta cabra, (no ha mejorado mucho la cosa) perdidísima, dejada, abandonada, librando una lucha cuerpo a cuerpo contra mí misma, me convirtieron en eso y yo les dejé, asumo mis responsabilidades en todo esto, pero una niña de 12 años no llega a las autolesiones sola o por aburrimiento. Era una niña de 12 años maltratada que fui empujada a ello, escapando de un sentimiento de culpa hacia los insultos, las amenazas y las palizas de la que era victima y no responsable, ojalá en ese momento hubiese sido consciente de esto último.

Por primera vez puedo decir que no lo necesito, o casi, he vivido los últimos años asustada, con miedo de mí misma a volver a ello, a volver a hacerlo y verme otra vez atrapada por todo eso, las mismas noches, el mismo silencio que venía justo después de las heridas.
Pero puedo decir que creo no necesitarlo, porque de vez en cuando aún tengo esos ataques de pánico en los que siento que mi vida entera se me va a salir por la boca, esos agujeros que me tragan, esos momentos en los que conseguir respirar es una tortura, que sientes como el pecho se te abre de arriba abajo cortando como cristales, esos ataques que me llevaban a las autolesiones, como hace 2 semanas... y después de hacerlo no sentí nada, por primera vez no sentí nada. Esa sensación de paz, de liberación del dolor, de volver a respirar, de volver a sentirme humana... Nada. Sé que suena contradictorio que no sentir algo que te aleja del dolor sea algo bueno, pero en este caso lo es, aunque no consiga salir de esos agujeros que me tragan. Y esas sensaciones eran las que me hacían volver a las autolesiones en el siguiente ataque. No sé si calificarlo como ataque es lo correcto, creo que lo que más se le acerca es morir en vida.
Nada de todo eso, nada que me haga volver a los cortes, las quemaduras... NADA.
Por eso puedo decir que no lo necesito, que no tengo razones para volver, y que ahora mismo no soy esa niña con ese desolador sentimiento de culpa que me hacía volver una y otra vez, y también que no hay nada que un bote de prozac no cure.

Quien ha pasado por lo mismo sabe a lo que me refiero, esa visión de todo absolutamente oscura y siniestra, como llenas el vacío con heridas, sangre, alcohol, demasiados gramos de demasiadas cosas, como cada vez que ves algo punzante te preguntas a ti misma si eso te podría valer, cómo sería la herida que podrías causarte, qué tipo de marca dejará y dónde podrías esconderlo.
Los putos trastornos emocionales, las cientos de noches sin dormir, los vómitos, las toallas manchadas de sangre escondidas y tiradas a la basura, las lágrimas de absoluta desesperación... Cómo desconectas de tu cuerpo, que se ha convertido en un arma.

Ya no tengo miedo a hablar abiertamente sobre esto, "esto" es como lo llama todo el mundo porque les da como cosita llamarlo por su nombre, no vaya a ser que a la zumbada esta se la vaya la cabeza. Ya no me supone un problema hablar sobre ello, ya no escondo los brazos ante las miradas condescendientes y morbosas, ya no es más grande que yo, ya no me avergüenzo porque ya no me gana. La sociedad quiere hacerme responsable por hacerlo, quiere que sienta miedo a decirlo abiertamente, que sienta vergüenza, que sienta asco de mí misma. En el instituto una profesora me recomendó que no utilizase manga corta "por mi bien". Y esa es solo una de las miles de mierdas que he tenido que tragar por "mi propio bien" y creía que era cierto, que tenía que sentir vergüenza por "odiarme tanto", asco, ya no.
No puedo hablar de ello porque soy una perdedora, y lxs perdedorxs no podemos alzar la voz y decir estuve aquí y no siento asco por mí ni me avergüenzo. La sociedad quiere que lo haga, pero yo soy más punkarra que todo eso, y a todxs esos que esperan que sienta vergüenza y asco les mando a tomar por culo, con todas mis cicatrices.

Esa parte punkarra de mí es la que me dice, enseña los dientes a las miradas de condescendencia y asco.
Soy más grande y fuerte que todo eso y toda esa asquerosa gente que cree poder mirarme por encima del hombro como si me perdonasen la vida.

No podemos consentir que nuestro cuerpo sea nuestro enemigo.

viernes, 23 de mayo de 2014

La necesidad de correr.

¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de correr? De romper con todo, de huir. De hacerse un ovillo con el solitario deseo de que el tiempo pase.
En días me busco, en días me encuentro y en días me suicido...
No me he movido, pero no estoy donde estaba, quiero saber si sigo siendo yo o si me engaño... A veces camino sola, a veces la soledad me acompaña, a veces me río de mí, a veces la risa soy yo...
A veces hablo pero no me escucho, a veces escucho pero no puedo hablar, a veces me callo, y mi conciencia me escupe venenos.
Y todo porque a veces quiero ser yo, pero a veces me niego, y entonces sufro, y mi corazón hecho papel y lapicero escribe renglones desesperados...
Mis ojos lloran arena, mi alma huye perseguida por mí misma, mi sangre acaricia la esperanza y al tocarla se hace costra.
Busco mis manos para protegerme pero son de humo, un humo podrido desdentado y yonqui.


jueves, 22 de mayo de 2014

Soy.

Soy cada uno de los lugares en los que he estado, soy los caminos que me quedan por recorrer, soy los puentes que dinamito cuando me marcho, si tengo que volver ya volveré por otro lado...
Soy un sueño en el que tengo una pesadilla por no poder soñar.
Soy lo que me hace llorar, y cuando lloro soy yo, cada una de mis lágrimas.
Soy los espasmos de un coño sin agujero.
Soy la tristeza de un dedo a oscuras.
Soy una niña desesperada buscando una cuchilla.
Soy el cartel de aforo completo de un tanatorio.
Soy la resaca de una abstemia de besos.
Soy la lluvia y soy el charco.
Soy la necesidad de que algún día el amor mueva al mundo.
Soy los sentimientos que he perdido esta noche.

viernes, 9 de mayo de 2014

La muerte.

La muerte soy yo, está en mí, me rodea, está a un segundo de mi alma, de las yemas de mis dedos. La puedo sufrir, puedo sumergirme en ella unos instantes y luego salir. La muerte flota en el aire y ni siquiera se esconde.
La muerte está en el llanto de un niño que se cansa de jugar, está en mi ventana, en el cielo, no es fácil de esquivar.
Lucho desde el corazón contra ella. Es un combate continuo de mi vida por evitar que me encuentre con la muerte.
Cuando las fuerzas mengüen y mi alma envejezca llegará un momento en el que no podré soportar el peso que la muerte carga sobre mí.
Es el grito final, el perro que da vueltas a tu alrededor antes de morderte, pero también es la paz, el descanso del guerrero, el final para todos los problemas.

Báilame el agua.

sábado, 22 de marzo de 2014

Ya no eres nada

Después de mucho tiempo esta noche has vuelto, has vuelto a mis recuerdos para tratar de joderme, de mantener todo es dolor que has provocado durante tanto tiempo, pero aunque de vez en cuando te sigas pasando por mis recuerdos y manejando mi cabeza puedo decir con total rotundidad que ya no eres mi dolor, ni la pena, ni la rabia, ya no eres nada.

Mi corazón ya no te necesita, lo fuiste casi todo para mí, hoy ya no eres nada.
Hace ya tanto que no sé nada de ti, ni lo más mínimo que no espero nada, ni puedo sufrir, vale, fui efímeramente feliz, pero me enamoré profundamente de alguien que no era quien yo pensaba.
No tuve más remedio que irme tras tus decisiones, aún así ni siquiera intentaste nada para poder hacer un poco más digno este final. Es muy triste que trates mejor a una desconocida que a mí, aunque en tus noches de soledad pienses que te odio no llego a ese extremo, ya no, me odio a mí misma por haberte echado tanto de menos, y ni tan siquiera es odio, ni eso te voy a regalar, solo es decepción.
No poder entender como pudo todo terminar así, como pudiste tratarme así me desquició durante mucho tiempo, pero estoy tranquila, ya no sufro por ti, ya no eres nada, solo un oscuro recuerdo, no mereces ni uno solo más de mis latidos.
Seguramente trates mejor a alguien que se vuelque mucho menos, pero esa es la historia de mi vida...
Me viste llorar de felicidad, de miedo y de dolor, nos abrazamos, pero en cada caricia había inseguridad, sabías que comprenderme, entender por todo lo que había pasado no sería fácil pero creo que ni siquiera lo intentaste. La mayor parte del tiempo fuiste hielo, pero me enamoré de las pocas veces que fuiste una preciosa hoguera.
Al menos estando a tu lado dejé de drogarme, mereció la pena todo aunque solo fuera para no necesitar cocaína al apagarse la tarde.

Te pedí por favor me alejases de la droga, lo hiciste, durante un tiempo, pero a cambio de engancharme a otra...
Ahora soy libre porque he visto cual es tu verdad, ya no puedo echarte de menos, ni llorar por ti, no podría volverte a besar, todo esto, toda esta mierda, todo este tiempo a solas conmigo misma, sin más compañía que mis ovarios me ha demostrado que ni siquiera mereces la pasión ni la rabia de mi enfado.

Conociéndote supongo que esperas a que me rajen para entonces llorarme y decir que que te arrepientes de todo lo hecho.
A ti te di mis lágrimas, a ti te regalé mis sonrisas más auténticas, pero quizá eran demasiado puras y no te valían, imagino que las querías cortadas...
A ti te besé durante horas sin pensar en nada más, eres la única que puede decir eso.
A ti te hice llorar de felicidad, algún día tal vez comprendas todo lo que luché contra mis miedos para llegar hasta ahí, a ti te lo di todo, ya no me queda más por dar, yo te lo di todo, no puedes decir lo mismo.
A ti te di sin pensármelo mi corazón que literalmente es lo único que tengo, y pese a este final indigno y ruin no me arrepiento de ello, porque a tu lado aprendí que por la magia del momento merece la pena oprimir el doloroso pasado.
La culpa será mía entonces, por haber sido tan buena, de haber sido más asquerosa y fría ahora estarías aquí, pero prefiero no volver a verte nunca más recordando que yo sí lo di todo a tenerte al lado queriéndote a medias, sin quererte a prueba de balas, que es como yo lo hacía, esa indignidad era la tuya, no la mía, yo lo di todo y puedo decirlo sin ningún remordimiento, sin necesidad de trucos ni juegos y chantajes emocionales.
A ti te lo di todo, tú no.


sábado, 15 de marzo de 2014

Recuerdos de mierda y dignidad perdida.

No sé que hacer, ni por donde empezar, abro el blog, me dirijo directamente a entrada nueva y empiezo esto, toda esta mierda y ni siquiera sé que coño estoy haciendo, pero creo que necesito desahogarme conmigo misma o exploto.

Arrastro conmigo una serie de trastornos, algunos diagnosticados, otros sin hacerlo, y otros que solo yo creo que los tenga, solo yo porque jamás se lo he dicho a nadie ni lo he compartido con nadie.
Y entre tanto trastorno y tanta mierda, a veces soy tan bipolar que me doy asco, capaz de automutilarme a mí misma y lo que es peor sin darme cuenta, hablo de mutilaciones emocionales, no físicas, y esas son de las peores, he sufrido, he sido victima y me he provocado de las dos y las peores y las que más secuelas dejan son de las emocionales, las de la piel duelen más durante unas horas, luego se curan y cicatrizan, las que van por dentro duelen durante más tiempo y algunas no cicatrizan del todo nunca.
Y así estamos, ( no sé porqué coño hablo en plural) aquí estoy, automutilandome y jodiéndome viva por no sé, por aburrimiento, por deseo, por falta de costumbre a sentirme "bien" entre infinitas comillas.
Y paso de la presunta alegría al desasosiego, de la excitación a la desidia.
Creo que es mi cabeza, que tiene algo contra mí, y contra mi estabilidad, y mis ganas de hacer cosas, de hacer bien las cosas, de permitirme hacer bien las cosas. Y creo que estoy sonando a demasiado loca... (Más de lo ya habitual)

¿A qué coño vine todo esto? ¿Qué mierdas haces Mireia?
Tengo cientos de pensamientos recorriéndome, la mayoría estupideces sin límite, pero uno de ellos ha sido algo así como, voy a llorar por toda la dignidad perdida.
Como cristal roto, afilado, rajándome de arriba abajo sin ningún respeto ni dignidad.
Recuerdos, recuerdos de dignidad perdida durante muchos años, durante toda la vida.
Recuerdos de supuestos amigos vendiéndome por droga, recuerdos de noches ácidas, de noches en la calle, de 3 largos, ásperos y asquerosos meses viviendo en la calle, de frío, de lluvia, de tormentas, de conseguir dormir gracias a ponerte hasta el culo para no tener que pensar en que se ha convertido tu vida, de no tener donde caerse muerta, recuerdos de vómitos, de sangre, de heridas, de cortes, recuerdos de peleas, de ausencias, de malos tratos, psicológicos y físicos, de suicidios, de tú suicidio, de mi NO suicidio, de ese padrastro que debería estar pudriéndose en la cárcel, de las anfetas, del alcohol, de la cocaína, del hospital, del abandono, personal y de una madre, recuerdos de mierda.

Ni siquiera sé lo que hago, ni porqué lo hago, o porque estoy llorando escribiendo toda esta puta mierda. Quiero pensar que es un desahogo y me va a servir para algo.

martes, 11 de marzo de 2014

Armarios a mí...

Me toca el coño no con las 2 manos, si no con 17 lo del armario, me da un asco superior, y cada vez que alguien descubre que eres lesbiana es casi lo primero que te preguntan, casi, lo primero suele ser saber cuanto morbo puede sacarte gratuitamente, ¿y has salido del armario? ¿ y hace cuanto has salido del armario? Cada vez que tengo que escuchar algo por el estilo me dan ganas de entrar en la primera casa que vea, arrancar la puerta del primer armario y darle con ella en la boca hasta que me harte. Y luego preguntarle si se ha sacado ya las astillas de la puerta del armario de la garganta.

Y aquí estamos, en tiempos en los que ser lesbiana y renegar de ciertos términos parece casi un ataque lesbófobo, porque me lo han llegado a decir, "tienes que tener cuidado con lo que dices, ¿tú eres lesbiana? ¿con las cosas que dices? así te irá" "muy buena lesbiana no es que seas". Nunca he querido ser BUENA a secas, en nada, así que imagínate ser una buena lesbiana, sobre todo lo que implicará para "seres" como tú ser una buena lesbiana. Podéis comerme el coño, queridas, que pese a nuestras diferencias es lo único que nos une.

Porque para estas señoritas (voy a ser educada, ya tendré tiempo de ir encendiéndome) "salir del armario" es el mayor acto de rebeldía y revolucionario de sus jodidas vidas, como si ya estuviese todo hecho, ya no queda nada más por hacer, ya lo has hecho todo, ya no hay nada más por lo que luchar y pelear a lo largo de tu vida.
Con esas consignas que se dicen unas a otras una y otra vez de que las personas homosexuales no tiene que luchar ni pelear por nada, es la sociedad la que las tiene que aceptar y punto, "nosotrxs" no tenemos nada que hacer más que vivir nuestra propia vida sin importar los demás, JÁ.
La sociedad debe aceptarlo, pero si no haces NADA por que sea así no va a pasar, es tan simple como eso, si te quedas en tu puta casa viendo la vida pasar sin mover un jodido dedo porque ya has hecho tu "revolución" declarando tu homosexualidad (no pienso seguir hablando de armarios) olvídate de tu mundo rosa en el que no hay que hacer nada. Posiblemente tú, que dices eso vivas en una felicidad brillante y constante en el que todo es precioso, pero mientras tú no lo ves ni lo vives, otras personas se dejan la piel, la cabeza, los cojones y los ovarios, por ti.
Porque puedas seguir en tu mundo de mentira, de L Word, de conversaciones estúpidas con mami sobre la que te vuelve loca y todas esas mierdas edulcoradas en las que no hay que mover un jodido dedo, pero a mí no te atrevas a darme lecciones sobre lo que es y lo que implica la homosexualidad en el día a día, porque no te va a gustar lo que va a pasar.
A la próxima persona que me diga que una persona homosexual no tiene que seguir luchando por nada pienso cruzarle la cara.
Afirmar serlo implica más que contárselo a tu familia, a tus amigas, ir por la calle de la mano con una persona de tu mismo sexo o actos sexuales de otra dimensión, cuando afirmas serlo adquieres una responsabilidad contigo mismx y sobre todo con tus hermanxs, cuando alguien es humilladx por serlo y tú te cruzas de brazos diciendo que no queda nada por lo que pelear eres tan responsable de esa humillación como los autores.

Yo he sido insultada y humillada en la calle por serlo, he sido escupida en la cara por lo que soy, me he pegado a puñetazos y he sangrado por las humillaciones sufridas por mi pareja, y jamás voy a arrepentirme de ello ni lo voy a esconder, y lo seguiré haciendo hasta el día en el que la homosexualidad no suponga ningún tipo de dolor para ninguna persona homosexual. Así que me paso vuestro buenrollismo de "yo vivo mi vida y los demás que vivan la suya" por el coño.

domingo, 9 de marzo de 2014

El dinero justo y la vida corta.

He hundido la cabeza en la tierra más de una vez, he cogido mi propio corazón con una sola mano y lo he lanzado con toda la fuerza con la que puede hacerlo un cuerpo anémico.
Se me llena de miedo el blanco de los ojos cada vez que pienso en mi propia vida, he tragado suspiros y ya sé la respuesta...
¿Es esto la esencia humana? ¿Acaso es esto? Sentarse en el sofá y experimentar hasta que punto máximo es capaz el sol de entrar por la ventana.
Justo ahí intentaré volver, con amor de madre, amante y abuela, con lágrimas de duelo.
Tiemblo de rabia y de rencor, de vértigo, dicen que la distancia nos ayuda a mirar con menos miedo, yo tengo miedo de subir a un edificio y querer saltar para vencer al vértigo.

Veo como se queman mis cicatrices, como la culpabilidad.
Se esconde la locura cada vez que me miro en el espejo, me han puesto en la frente la etiqueta de débil, pero el tiempo, las lágrimas y el sudor del esfuerzo despegan todos los adhesivos, eso si que duele, cuando se sabe ausente la conciencia...
Aflora el vómito, se arrancan las lágrimas del lagrimal cuando la conciencia decide suicidarse y choca contra sí misma.
Me tapo la cara con la sábana, no es suficiente,  me tapo la cara con la almohada y aunque pasa menos el aire, el dolor se cuela por la sangre.
Ni siquiera soy libre de mí misma, me saturo, me robo la sangre y escuece, también me escuece verme así, hace años que la vida casi es nada y siempre quiero moverme por los mismos sitios para moverme siempre igual y no sentir el riesgo.
Corazón, sé que hablas y me duele escucharte, tengo miedo de lo que me dices, quiero ser valiente, apretar manos y dientes...
Siempre quise ser valiente y vencer al pasado, que me inunde un silencio etéreo, algo raro, algún eco, el dinero justo y la vida corta, vivir sin prisa, reafirmar cada paso, tener la certeza de que todo lo habría hecho tal cual en otra vida, me siento más sola por lo que soy que por lo que nunca he sido.

lunes, 24 de febrero de 2014

Soy una zorra sin remedio.

Ha pasado demasiado, he pasado por demasiado, casi ni recuerdo como eran tus manos, esas que prometían cosas que jamás llegaron, y no sé como he llegado hasta aquí, no sé como he acabado aquí, pero soy una zorra sin remedio (como me decías tú cuando se avecinaba tormenta) y hoy me he acordado de ti...
Creo que recordar a la primera persona en todo, la primera persona que te besó, que te tocó, que te metió los dedos, que te folló, la primera persona por la cual sentiste un amor desequilibradamente doloroso debería ser un trance maravilloso, recordándolo todo con añoranza y cariño, y aquí no pasa eso, no puede pasar eso contigo, he pasado por todo tipo de mierda, más de la que seguramente pueda contar y de la que deba reconocer, y seguramente una de las peores has sido tú, hasta el punto de darme igual, o mejor dicho, permitir que me mutilaras, emocional y físicamente.
En este momento, mirando hacia atrás, todo lo que me queda de "nosotras" es una sensación de repugnancia, de odio hacia mí misma, que no hacia ti, y no concebir lo mire como lo mire como pude dejarme de esa forma, como pude entregarme a ti de esa forma, permitiéndote hacer conmigo lo que quisieses hasta el extremo...
Si la persona que soy ahora se topase con esa persona que era con 15 años no dudaría en darle de hostias, ¡ESPABILA NIÑA, MIRA LO QUE ESTÁ HACIENDO CONTIGO! ¡DESPIERTA!

Será que pese a todo no te he olvidado, o que ni siquiera lo he intentado, pero ejercer el olvido por voluntad es imposible, o será simplemente que seguir hundida en la mierda me lleva a recordarte... La mierda atrae más mierda, y tú has sido una de las peores...
Te parecía gracioso que mi boca y mi nariz no parasen de sangrar... Ni siquiera soy capaz de expresar lo que siento al recordarlo, yo pidiendo ayuda, con la boca y la nariz cubiertas de sangre y tú muerta de risa... Tiene cojones que a tu lado yo fuera una persona de lo más estable.
Masacraste mi adolescencia, entera, la dejaste llena de agujeros que me ha costado horrores ir cerrándolos, poco a poco.
Supongo que era el momento, que era lo que buscaba sin buscarlo, el momento, Ama, Maialen, ese bastardo... Sin quererlo, sin pretenderlo, era donde debía llegar en ese punto, una relación así, una forma de autodestruirme completamente sin hacerlo con mis propias manos, era lo único a lo que podía aspirar en ese momento, no podía ir más allá, sentirme totalmente a tu merced, completamente rota, suplicándote piedad (literalmente)...
También supongo que era todo lo que querías de mí, verme echa polvo, nunca mejor dicho, sucumbiendo a ti una y otra vez, sin poder hacer más, sin poder moverme, sin poder irme, sin ser capaz de enfrentarme... No creo que quisieses nada más que eso, no hiciste nada más que eso, absoluto poder para menguar, utilizar y manejar a una persona débil, rota, entregada y desecha.
Por cada 30 minutos brillantes, sanos y memorables había días y días de absoluta oscuridad en los que tu trato se limitaba a la cocaína, a insultarme y a golpearme...
No sé exactamente en que pensaba cuando me repetías una y otra vez que algún día todo mejoraría y te creía... Cómo podía seguir a tu lado, cómo no era capaz de levantarme ante ti...
Todo lo que recibí fueron gritos, cocaína, sexo sin escrúpulos, insultos, una dependencia brutal por este puto polvo blanco, golpes, y decenas de noches de lágrimas.
Me dejaste tirada en la calle cuando no tenía donde ir, cuando de verdad si te necesitaba, ahí sí te necesitaba, y me dejaste tirada, pero me dio igual, eso pasa cuando ya no te importa que te rompan... Y acabar en la calle fue la forma de acabar contigo, de acabar con "nosotras" y de volver a mí, poco a poco, y volver a ser "YO".

Sí, me avergüenzo de mí misma, de mi pasado, de mi actitud, de haber sido lo que fui, de haber sido un juguete roto, pero he aprendido, jamás volvería a eso, y jamás volveré, he aprendido que no necesito alguien que me convierta en, no necesito una persona a mi lado para ser, conmigo misma soy yo, y ser yo misma es lo mejor que puedo ser en esta vida, en lo que me queda aquí, conmigo soy todo, no necesito nadie que me diga que debo ser, voy a ser yo, para bien o para mal, pero YO. De aquí en adelante nunca más seremos una, y desde luego que ni roce tu pensamiento que seré tuya, ni tú serás mía, seremos compañeras, personas independientes, personas libres. Voy a ser yo, sola o acompañada, pero siendo yo misma, porque ser yo misma me parece la cosa más brillante y emocionante que puedo ser, nunca más seré la posesión o el trofeo de nadie, ya no soy esa niña rota e indefensa, ahora soy la mujer que quiere ser, que va a ser y que tiene las ideas, las fuerzas y la convicción para defenderlo con uñas, dientes y ovarios.

Hoy me he enterado que has entrado a un centro, y espero de todo corazón que te vaya bien, que funcione, que consigas lo que buscas, perdí la cuenta del número de veces que te pedí que lo hicieses... Ahora lo has hecho, y ojalá funcione, aunque sea una estúpida por desearte eso y no la muerte, que seguramente es lo único que debería salir de mi cabeza hacia ti, pero pese a todo no puedo hacer otra cosa... Desearte que encuentres la salida, que funcione, que cambies de vida, como yo lo hice, que te vaya bien, lejos de mí.

domingo, 2 de febrero de 2014

Sálvame de ti.


Hoy he vuelto a ver a la "Guerrera de pelo amarillo", a la chica de la camiseta de Kim Gordom y el cigarro, la chica que apareció de la nada en ese callejón cuando estaba total y absolutamente perdida y dejada, la chica de la que hace dos semanas decía;
"No existe una manera fácil de decirlo, así que simplemente lo diré, he conocido a alguien, ese alguien eres tú/ Esa es la buena noticia, la mala es que no sé como estar contigo ahora, y eso me acojona, porque tengo la sensación de que si no estoy contigo ahora, nos perderemos ahí fuera, para siempre."

Sí, a veces me dejo llevar, demasiado, demasiadas veces, y más aún en un momento como este, en el que una ínfima muestra de afecto puede suponer la diferencia entre querer y poder o dejarse al abandono.
Hoy la he vuelto a ver, he bajado a la ciudad (sí, ya sé que parezco la estúpida y deficiente de Heidi diciendo esto, pero es así) y la he vuelto a ver, de hecho ni siquiera la he visto, ha sido ella quien me ha visto a mí y se ha acercado y me ha abrazado, he descubierto que era ella al girarme y ver quien era la persona que me abrazaba por la espalda.
Y sí, he descubierto que evidentemente me dejo llevar demasiado, que generalmente soy bastante estúpida pero en este estado y en este momento parece ser que me supero con creces, y que toda la magia de esa devastadora noche parece ser se quedó en aquel callejón.
Vale que necesite ese afecto que no llega por ningún sitio, vale que me encuentre perdida, vale que esa noche viese cosas demasiado fuertes y/o desagradables, pero por muy incrustada en la mierda que este, que lo estoy, no soy una puta minusválida emocional.
Una de las primeras cosas que han salido por su boca ha sido "¿Cómo estás? ¿sigues necesitando que alguien te salve?"
¿QUE ALGUIEN ME SALVE?
Y en los siguientes 5 minutos ha repetido unas 6 veces, necesitas ser salvada, y yo puedo salvarte...
¿Qué puta mierda de pretensión es esa? ¿llevo escrita en la frente la palabra "sálvame"? ¿Te he pedido yo que me salves? es un acto de prepotencia que roza el ridículo, no quieres ayudar a una persona, quieres salvarla, lo único que se me ocurre para querer tal cosa es el enfermizo deseo irrefrenable de que otra persona este en deuda de por vida contigo, y yo no soy esa persona, yo solo estoy en deuda conmigo misma y con mi instinto de supervivencia.
O tal vez solo busques una relación de poder y dependencia absoluta, se nota que no me conoces ni un ápice...
No sé por quien coño me tomas...
Sálvate a ti misma de tu asquerosa falta de humildad, seguramente, en el fondo de alguna parte estés convencida de que es lo que debes hacer y que no lo haces con mala fe, pero, coño... ¿Por quien coño me tomas?
Tú estabas viendo tu mundo rosa, pensando que puedes ir por la vida salvando a los demás, y mientras mi hermana y yo teníamos que cosernos las heridas la una a la otra, de forma literal. ¿Sigues pensando que puedes salvarme?
No sé en que estaría pensando para decir lo que dije de ti, y aún menos sé en que puta mierda pensabas tú cuando empezaste a escucharme y te creiste con el derecho de creer que puedes salvarme.
Sálvame de ti.

martes, 28 de enero de 2014

Yo te querré.

Ahora que sufres, ahora que estás lejos y sufres y yo no puedo hacer más que regalarte mis pocas fuerzas y esperar que toda la mierda y el dolor pase, ahora que sufres yo solo puedo decirte que sé muy bien que no hay sedantes cuando te hiere la ausencia.
En este preciso instante en el que estás sufriendo pienso en ti y me duele que te duela, en este preciso instante, en el que mataría por poder fundirme en un abrazo contigo...
Hay poco que decir, cuando la ausencia se ceba hay poco que se pueda decir, yo lo sé muy bien, quizás lo poco que ahora mismo pueda decirte aunque en este momento no importe o sea completamente insuficiente es que te quiero y te querré, yo te querré así, como eres tú, valiente, luchadora, fuerte, firme, ejemplar, de pueblo y libre, sobre todo libre, yo te querré cuando esté desecha, te querré cuando me sienta rota, te querré en todos los besos que no quieran dar tus labios, te querré en la ausencia, te querré en tus océanos de lágrimas, te querré en tus recaídas, te querré en los brotes de rabia desesperada, te querré cuando creas que no aguantas más, te querré cuando sientas que todxs se van, te querré en la noche fría, te querré cuando los fantasmas vengan a por mí...
Cuando sientas que todo se apaga, yo estaré en alguna parte, en este punto de mi vida desgraciadamente no sé si al lado o demasiado lejos para poder abrazarte, pero recuerda que yo estaré ahí, queriéndote, libre, firme, valiente, fuerte.
Te quiero, así, libre, no podría ser de otra forma, no podría quererte de otra forma y tú tampoco dejarías que fuese de otra forma, y esa es una de las razones por las que lo hago.
Parece que en los tiempos que corren solo puedes querer a una persona de una forma, y si le dices te quiero, solo le estás queriendo en un querer embutido en un amor romántico, y eso me jode, porque yo te quiero como se quiere a una amiga especial, a una persona especial, a una hermana, porque tú eres una persona especial. Y creo que he llegado hasta aquí por 2 cosas, para cagarme en el amor romántico y para quererte y recordarte lo especial que eres cuando creas no poder verlo.

lunes, 27 de enero de 2014

Te llevaste mi alma contigo, espero que la cuides.

"No sé como hacer esto pero debo hacerlo, por mí y sobre todo por ti, aunque ahora mismo creas que no lo hago por ti, que nunca he hecho nada por ti y que simplemente soy una hija de puta egoísta.
Seguramente lo último sea cierto, pero lo otro no, TODO ha sido por ti, hoy no te darás cuenta, ni mañana ni pasado y probablemente tampoco dentro de 1 año o 2, pero espero que algún día te des cuenta de que es así.
Pero lo siento, no sabes el dolor que recorre todo mi cuerpo al pensar en decirte esto, pero lo siento, ya no puedo más.
Te he prometido cuidar de ti, protegerte y estar siempre a tu lado, y esto es una traición de lo más vomitiva y repugnante, he aguantado todo este tiempo por ti, no podía dejarte aquí sola, pero ya no puedo más, y lo hago porque tengo claro que ya no eres esa niña asustada, ahora tienes una fuerza muy por encima de mi y ya no me necesitas, y por eso me voy... Jamás me iría si no supiese que puedes cuidar de ti.
Ya no puedo seguir, no puedo soportar otro día más, no puedo volver a verte llorar, volver a escucharte preguntarme si creo que te mereces todas esas marcas y cicatrices.
Jamás dudes de ti y jamás te creas responsable de toda esta mierda.
Ya no está, y ahora es cuando empieza tu vida, una vida que sé será preciosa e increíble, y yo estaré en alguna parte para verlo.
Has sido la cosa más maravillosa que ha pasado por mi vida y si no fuese por ti esto habría pasado hace mucho tiempo, tú has sido mi salvación durante toda mi vida. Estas en todos y cada uno de los buenos recuerdos que me llevo.
Cuida de ti y nadie más que de ti, como has cuidado de mí.
Sigue dibujando por favor y vuelve a sonreír, porque es la cosa más preciosa que hay en este mundo.
Espero de todo corazón que algún día puedas entender todo esto y que entiendas porque no puedo hacer esto mirándote a la cara y que puedas perdonarme.
No importa donde esté, vas a ir conmigo siempre, tú le has dado sentido a mi vida.
Como tú me decías, te quiero tanto que me duele, me duele demasiado quererte de esta forma y no poder hacer más, pero te voy a querer de esta forma siempre, esté donde esté.
Aunque ahora no lo entiendas y no sea justo cada mañana al despertar estaré ahí, detrás de ti, empujándote hacia delante, cuidándote y queriéndote cada día más.
Te quiero y te querré siempre con toda la fuerza de mi corazón.
M&M PARA SIEMPRE."


Este es el momento exacto en el que murió mi alma para siempre.
Estoy segura de que no debería hacerme esto a mi misma, pero ahora mismo no puedo hacer más...

sábado, 25 de enero de 2014

Te quiero y te odio, puede que seas mi tumba, pero siempre serás mi hogar.


Esto es una sincera declaración de amor hacia ti, hacia tus calles que me vieron crecer, reír, llorar de rabia y de dolor, que me vieron enamorarme, odiarme, follar por amor y por puto sucio y hermoso vicio, drogarme, mutilarme y pelearme, una declaración de amor hacia ti y tus frías y excitantes calles, hacia la única ciudad que podría ser la cuna de alguien como yo, tú , asquerosa y putrefacta ciudad que me diste la vida, ahora que no estamos juntas, a ti te declaro amor eterno.

No te he dejado, sólo te he pedido un tiempo, pero no he renunciado a tus calles, las pisaré un día más, sigo enganchada a ellas, como a estas ganas de partir...
Te he maldecido infinitas veces, pero siempre vuelves a enamorarme, sucumbiendo a ti, a tu olor, a ese oscurecer casi sexual, ahí se atrincheran mis madrugadas drogadas y borrachas que gritaban si planeaba dejarte.
Te quiero, y a veces te odio más de lo que podría considerarse sano y cuerdo, pero siempre vuelvo, siempre recaigo en tus calles, donde me espera algo, un beso furtivo, un motivo para seguir esperando, como si estas calles fuesen a devolverme algo...
Tantas veces he caído en tus calles que sonrío si me hundo, invento caminos para volver al mismo lugar, en tus viejas esquinas buscando emociones nuevas...
La niña que fui aún juega en estas calles.
 Pensando si serás mi ciudad definitiva... En está ciudad he aprendido a hundirme y a levantarme, ahora todo lo que quiero es volver a perderme en tus calles, ahí descubrí que puedo ganar perdiendo.
Vuelvo a sentir una emoción vieja y perdida al pensar en volver a amanecer en tus calles, tus carias, esa nostalgia desgarradora de tus helados amaneceres volviendo a casa ante las miradas de miedo y asco.
Trato de no encariñarme demasiado contigo y fracaso, hoy que estoy lejos de ti y te echo de menos, ¿Cómo olvidar el sitio donde tantas veces he nacido?
Volver a quemarme en tus ardientes veranos y a helarme en tus asquerosos inviernos.
Te confieso que pese a todo me cuesta abandonarte, aunque te odie cada vez que me prometes cambios y tus calles sigan escupiéndome lo mismo de todos estos años, tú y yo aún tenemos cuentas pendientes, llevas impregnada mi inocencia en cada uno de tus callejones.
Arañas mi piel desgarrada, ojalá nuestro amor lleve a algo o me veré obligada a romper con esta historia que me tiene atrapada a tu lado.
He reído en tus mañanas y he llorado en tus oscuros callejones, te quiero y te odio, puede que seas mi tumba, pero siempre serás mi hogar.

viernes, 24 de enero de 2014

Escapar.


Nunca me ha gustado escapar, de nada, ni mucho menos de nadie, si he tenido que enfrentarme a algo lo he hecho, sin pararme a pensarlo, si es lo correcto, si es lo que necesito o si voy a sacar algo bueno de ello, y así he salido tantas y tantas veces, escaldada, dañada, dolida o cubierta de sangre y cicatrices, algunas emocionales, otras grabas en la piel para el resto de mi vida.
Pero dicen que para todo hay una primera vez (frase vomitiva a más no poder) y esta ha sido mi primera vez, no por miedo o falta de ganas para seguir enfrentándome cara a cara ante aquello que me desafía, si no por pura y necesaria supervivencia, cosa que a estas alturas tampoco tengo muy claro que quiera hasta ese punto desesperado, 'necesito sobrevivir pase lo que pase', esos tiempos en los que era una cuestión innegociable y por encima de todo creo que empiezan a quedar atrás, no porque no quiera y necesite mi propia supervivencia, si no porque no pienso ir tras ella a costa de lo que sea, NO. Quiero querer seguir, necesito querer seguir, necesito poder seguir, pero no a costa de cualquier cosa, como si fuese el único camino, es el único final, pero no el único camino.
Esos días de supervivencia a costa de todo en los que al llegar ni tan siquiera era capaz de mirarme al espejo por el asco que me daba no van a volver, no pienso dejar que vuelvan. Por que esos días no eran una victoria ni un canto a mi fuerza y mi propia supervivencia, eran una derrota, una victoria de quien me obligaba a llegar hasta ahí a la fuerza y a golpes, una derrota disfrazada de falsa victoria.
Eso se ha terminado, si tengo que llegar y lucharé con todas mis fuerzas para poder llegar pienso hacerlo a mi manera, sin lamerme las heridas, sin odio hacia mi misma, sin esa indeseable sensación de asco.
Si esta vez tengo que hacerlo no lo voy a hacer por ti, ni por ganar otra batalla más, ya estoy cansada de perder tantas batallas, si tengo que volver a hacerlo, lo haré por mí, si tengo que volver a exorcizar todos y cada uno de mis fantasmas dejaré pasar ganado a todas esas batallas, para volver allí, ganando esta guerra.

Y ahora aquí estoy, escapando por primera vez, lejos de casa, sin tener claro si volver, si hacerlo es una buena idea o una sentencia de muerte,  y sin tener la menor idea de en que punto exacto de todo eso me encuentro.
Escapar... Suena demasiado cobarde, tal vez todo se reduzca a eso, a que ya no soy la persona que era, no tengo la fuerza que tenía o que creía tener, ni las ganas ni el orgullo y sea eso, simplemente sea eso, una persona cobarde, escapando del miedo, las fuerzas y el dolor. O tal vez nunca lo fui y quedarse quieta ante los golpes fuera aún más cobarde.
Ojalá pudiese poner todo esto en orden, hacia donde voy y como debo sentirme, me siento extremadamente perdida...

lunes, 20 de enero de 2014

Tenía la tristeza apunto de sangrarme, entonces me agarraste como si fuera el último abrazo y te quedaste conmigo un tiempo más, tú ya sabías que tenías eso dentro, el veneno.
Ahora no estás, hace demasiado tiempo que no estás, aunque parezca que ayer estuvieses a mi lado inyectándome vida.
Tú te quedaste conmigo, y yo te quise, te quiero, y te querré siempre. Aunque ahora sea una bastarda sin alas...

domingo, 19 de enero de 2014

Hueles como el hogar.

Si estás leyendo esto significa que he tenido el valor para escribírtelo, o peor aún, para decírtelo.
No me conoces muy bien, pero tengo tendencia a repetir lo duro y difícil que me resulta vivir.
Te lo escupí a la cara en nuestra caótica primera conversación, sin conocerte en absoluto y entre lágrimas te dije que es de estar muy jodida estar sola, llorando en un callejón de una ciudad que no es la tuya, pero que es de estar mucho más jodida ver a esa persona e ir a pedirle un cigarro, y como todo últimamente en mi vida así empezó nuestro primer encuentro, bizarro, sucio y doloroso.
Tirada y abandonada, entre lágrimas, sangrando, sentada sobre un charco de mi propia sangre, deseando por encima de todo que toda mi existencia acabase esa noche, en ese callejón y como en una especie de visión sucia y putrefacta de en que se ha convertido mi vida.
Aunque jamás lo reconozcas las dos sabemos que ese cigarro sólo fue una manera "sutil" de acudir ante mi desesperado grito de auxilio, hacia nadie, hacia la vida supongo, pidiéndole que por una vez tuviese clemencia, que me diese un respiro aunque fuese pequeño o que acabase de una vez por todas con este maldito dolor y me arrastrase con ella definitivamente, y dejar por fin de sentir esto, poder descansar, lo único que esperada en ese momento, en aquel perdido callejón de esa ciudad perdida para mí era acabar con todo.
Y en ese momento apareciese tú, de la nada, como de entre las sombras cual heroína de cómic, con tu jodido pelo amarillo y tu puta camiseta de Kim Gordon como una puta broma cósmica del destino.

No sé que clase de mierda pasó esa noche, pero algo pasó, eso es evidente, de hecho si no fuese por ese cigarrillo seguramente yo ahora mismo no estaría escribiendo esto ni estaría aquí.
Has sido la primera persona en mucho tiempo en mirarme a los ojos y escucharme, en entender que no exagero al decir que me duele tanto que a lo único que aspiro en estos momentos es a estar muerta, que esto no viene y va, es una losa sobre mi cabeza las 24 horas del día, los 7 días de la semana y a cada minuto que pasa se va haciendo más grande y más pesada , haciéndome poco a poco y sin compasión cada vez más pequeña, más débil y apunto de la rendición., que es un dolor que no me deja dormir, comer o respirar, se apodera de todos y cada uno de mis pensamientos y sentimientos, las horas se hacen eternas y los días insoportables, y el dolor te gana, y cuando el dolor te gana cada momento del día, cada día, sólo queda una salida... Y ahí estabas tú, la desconocida del cigarrillo y la camiseta de Kim Gordon, mi Ángel si yo creyera en esas mamarrachadas, mi Peter Pan si yo creyera en los cuentos, mi Emma, mi última salvación, escuchándome, mirándome a los ojos y escuchándome como nadie me ha escuchado en mucho tiempo, sin miedo a decir lo que debías decir, por muy hiriente y desagradable que fuese, jodidamente necesario y útil, y de la misma forma que apareciste, como de la nada, empezaban a desaparecer los pensamientos sobre la mejor forma de llegar al final.

No existe una manera fácil de decirlo, así que simplemente lo diré, he conocido a alguien, ella solo quería un cigarrillo, simplemente pasaba por allí, yo no lo estaba buscando, fue una casualidad...fue la tormenta perfecta.
Ella dijo una cosa, yo dije otra... Cuando me di cuenta quería pasar el resto de mi vida en mitad de aquella conversación.
Ahora tengo la sensación en mis entrañas de que puede ser ella.
Está completamente loca, de una forma que me hace sentir como no recordaba que puede sentirse una persona, extremadamente neurótica y exige un mantenimiento exhaustivo. Ella eres tú .
Esa es la buena noticia, la mala es que no sé como estar contigo ahora, y eso me acojona, porque tengo la sensación de que si no estoy contigo ahora, nos perderemos ahí fuera, para siempre.
Este es un mundo enorme, sucio y malo, lleno de agujeros y recovecos y basta parpadear para que desaparezca el momento, el momento que pueda cambiarlo todo.
No sé que hay entre tú y yo, ni siquiera sé a ciencia cierta si verdaderamente hay algo o es todo otro delirio producto de los excesos y el dolor , y no puedo decirte porqué habrías de saltar al vacío por alguien como yo, pero hueles tan bien... Como el hogar.

sábado, 18 de enero de 2014

He vuelto.

Pues eso, he vuelto, he vuelto a drogarme, he vuelto a la droga o la droga ha vuelto a mi, no tengo muy claro exactamente quien ha vuelto a quien y quien ha echado más de menos a quien y quien necesitaba más a quien. He vuelto a drogarme de manera ilegal quiero decir, de manera legal llevo haciéndolo demasiado tiempo, y es de lo más curioso, cómodo y económico, ponerte hasta el culo, hasta las putas cejas de pastillas, (Prozac, Cipramil, Diazepam, Besitrán en mi caso), no está en absoluto mal visto, quiero decir, cuando alguien de tu entorno lo ve no digo que lo celebre (depende del caso) pero le parece bien o cuanto menos no le parece mal, "si te las mandan seguro que es por tú bien y te ayudan mucho", nadie se escandaliza ni te dice que tengas cuidado con lo que haces, que acabarás chutándote hasta en las putas venas de los pies o tirada en una cuneta o mierdas por el estilo, como es por "tu bien" y lo llevas en una receta todo está guay, no hay escándalos, sermones ni advertencias.
Y luego está la comodidad, sólo hay que bajar a la farmacia del barrio y la señora que te miraba mal cuando te veía fumar con 14 años te vende una cantidad ingente de pastillas con la mejor de sus sonrisas. Ahora sólo queda tomarlas con mesura y de manera responsable y equilibrada, pero si me las manda el puto psiquiatra ¿cómo coño voy a ser equilibrada o responsable? Sólo queda esperar el derrumbamiento, que llegará, para mandar el equilibrio a la mierda y pasárselo por lo que viene siendo la raja.

Pero eso ya es pasado, es simplemente una de las múltiples divagaciones de mi cerebro enfermo.
Hace más de un mes, en realidad creo que ya son casi 2 que no voy a la consulta ni veo a ese señor empeñado en cegarme hasta el extremo, ni ganas, no por el ni sus excitantes recetas, si no por otra demente (como yo) que en aquella consulta habita a la cual no tengo la menor intención de volver a ver.
No volver a esa consulta tiene algunas consecuencias, algunas buenas otras malas y otras simplemente consecuencias. Una de ellas es que evidentemente esas recetas no son eternas y no durarían para siempre, y menos al ritmo que desaparecieron las pastillas al cambiar de ciudad... Y es aquí donde entran en escena las drogas ilegales.
Tras una semana limpia de todo tipo de sustancia legal e ilegal algo había que hacer, si hasta ahora puesta hasta el puto culo la visión de mis días era insoportable seguir así, seguir sin nada, "limpia" se vuelve completamente inviable, literalmente imposible, y aquí nace el mayor de mis conflictos, la promesa que me hice a mi misma tiempo atrás sobre la cocaína y mi persona. Y a estas alturas de la película creo que una de las pocas cosas que aún me importan mínimamente es eso, las promesas conmigo misma, pero a pesar de eso mi integridad conmigo misma a estas alturas tiene menos trascendencia que mi propia supervivencia. Y de eso se trababa, sobrevivir o dejarse al total abandono de una misma y no volver.
 He vuelto, y el asco que me produzco a mi misma en estos momentos es indescriptible.
No tengo la más remota idea de hacia donde me dirijo en estos momentos, no sé ni siquiera si realmente me dirijo hacia algún lugar o si esto es todo, si ya no hay nada mejor, si es el principio del fin, si mis mejores días ya pasaron, si los mejores recuerdos de mi vida son los que guardo ahora, o si todo empieza a terminar, si esto es sólo un largo, oscuro y sucio parón tras el que aún queda algo, me gustaría creer que sé el camino, pero creo que el camino se volvió demasiado oscuro ante mis ojos y ahora no puedo ver más allá de esto, negro, con lineas blancas.

"Te haces daño por fuera para intentar matar lo que sientes por dentro."