viernes, 23 de mayo de 2014

La necesidad de correr.

¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de correr? De romper con todo, de huir. De hacerse un ovillo con el solitario deseo de que el tiempo pase.
En días me busco, en días me encuentro y en días me suicido...
No me he movido, pero no estoy donde estaba, quiero saber si sigo siendo yo o si me engaño... A veces camino sola, a veces la soledad me acompaña, a veces me río de mí, a veces la risa soy yo...
A veces hablo pero no me escucho, a veces escucho pero no puedo hablar, a veces me callo, y mi conciencia me escupe venenos.
Y todo porque a veces quiero ser yo, pero a veces me niego, y entonces sufro, y mi corazón hecho papel y lapicero escribe renglones desesperados...
Mis ojos lloran arena, mi alma huye perseguida por mí misma, mi sangre acaricia la esperanza y al tocarla se hace costra.
Busco mis manos para protegerme pero son de humo, un humo podrido desdentado y yonqui.


No hay comentarios: