sábado, 15 de marzo de 2014

Recuerdos de mierda y dignidad perdida.

No sé que hacer, ni por donde empezar, abro el blog, me dirijo directamente a entrada nueva y empiezo esto, toda esta mierda y ni siquiera sé que coño estoy haciendo, pero creo que necesito desahogarme conmigo misma o exploto.

Arrastro conmigo una serie de trastornos, algunos diagnosticados, otros sin hacerlo, y otros que solo yo creo que los tenga, solo yo porque jamás se lo he dicho a nadie ni lo he compartido con nadie.
Y entre tanto trastorno y tanta mierda, a veces soy tan bipolar que me doy asco, capaz de automutilarme a mí misma y lo que es peor sin darme cuenta, hablo de mutilaciones emocionales, no físicas, y esas son de las peores, he sufrido, he sido victima y me he provocado de las dos y las peores y las que más secuelas dejan son de las emocionales, las de la piel duelen más durante unas horas, luego se curan y cicatrizan, las que van por dentro duelen durante más tiempo y algunas no cicatrizan del todo nunca.
Y así estamos, ( no sé porqué coño hablo en plural) aquí estoy, automutilandome y jodiéndome viva por no sé, por aburrimiento, por deseo, por falta de costumbre a sentirme "bien" entre infinitas comillas.
Y paso de la presunta alegría al desasosiego, de la excitación a la desidia.
Creo que es mi cabeza, que tiene algo contra mí, y contra mi estabilidad, y mis ganas de hacer cosas, de hacer bien las cosas, de permitirme hacer bien las cosas. Y creo que estoy sonando a demasiado loca... (Más de lo ya habitual)

¿A qué coño vine todo esto? ¿Qué mierdas haces Mireia?
Tengo cientos de pensamientos recorriéndome, la mayoría estupideces sin límite, pero uno de ellos ha sido algo así como, voy a llorar por toda la dignidad perdida.
Como cristal roto, afilado, rajándome de arriba abajo sin ningún respeto ni dignidad.
Recuerdos, recuerdos de dignidad perdida durante muchos años, durante toda la vida.
Recuerdos de supuestos amigos vendiéndome por droga, recuerdos de noches ácidas, de noches en la calle, de 3 largos, ásperos y asquerosos meses viviendo en la calle, de frío, de lluvia, de tormentas, de conseguir dormir gracias a ponerte hasta el culo para no tener que pensar en que se ha convertido tu vida, de no tener donde caerse muerta, recuerdos de vómitos, de sangre, de heridas, de cortes, recuerdos de peleas, de ausencias, de malos tratos, psicológicos y físicos, de suicidios, de tú suicidio, de mi NO suicidio, de ese padrastro que debería estar pudriéndose en la cárcel, de las anfetas, del alcohol, de la cocaína, del hospital, del abandono, personal y de una madre, recuerdos de mierda.

Ni siquiera sé lo que hago, ni porqué lo hago, o porque estoy llorando escribiendo toda esta puta mierda. Quiero pensar que es un desahogo y me va a servir para algo.

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