Se agrietan los labios en muecas de odio, sangran las bocas en gritos de rabia, se rompe la risa en un funeral de llanto y se aprietan los puños y se sigue adelante.
Se despierta del sueño a golpe de rabia, se burlan los miedos detrás de las ventanas, se apagan las luces y se aprietan los puños y se sigue adelante.
Se desgarran las manos en abrazos prohibidos, deseados... Y sangran las bocas, sangran los labios, sangra el odio, la rabia, sangra la noche ausente.
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