Crecí escuchando a la polla, recibiendo las lecciones del maestro, uno de los primeros conciertos a los que asistí fue a uno de la polla récords, cuando aun no tenía edad para estar ahí, para drogarme o beber hasta caer muerta, pero si para saber que me estaba hablando a mí, que me estaba diciendo lo que nadie más me iba a decir, que ese punky esmirriado y malhablado solo decía verdades como puños.
Casi 20 años después Evaristo sigue siendo el mismo punky esmirriado y malhablado que suelta verdades como puños, en la boca.
Evaristo es la polla!
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